Cirujana Oral y Maxilofacial
Clínica Infantil Colsubsidio
Jaime Castro-Núñez
RIII Cirugía Oral y Maxilofacial
Universidad El Bosque
Son muchos los grupos étnicos que durante siglos han utilizado el piercing oral como parte de ritos y ceremonias. En los países occidentales, sin embargo, esta es una práctica relativamente nueva, siendo bastante popular en los jóvenes.1 Considerada como una forma convencional de ornamentación, la colocación de un piercieng está motivada por la estética y la moda, aunque puede tener connotaciones sexuales.2
Las partes del cuerpo más escogidas para la colocación de un piercing son el hélix, la piel del arco superciliar, el ala de la nariz, la lengua, la úvula, los carrillos, los pezones, el pecho, el ombligo y los genitales. Son muchas las circunstancias que determinan la penetración de un cuerpo extraño en el organismo. El trauma, sin embargo, parece ser la causa más frecuente.3 Otras situaciones que determinan la penetración de un cuerpo extraño en la cavidad oral pueden ser de tipo iatrogénico,4 autoinfligidas5 y accidentes, como en el caso que describimos en este artículo, en el cual la barra de un piercing se escapó de las manos del paciente, quedando atrapado en la profundidad de la mucosa oral. En este artículo reportamos este caso inusual y describimos la técnica utilizada para removerlo del labio.
Las partes del cuerpo más escogidas para la colocación de un piercing son el hélix, la piel del arco superciliar, el ala de la nariz, la lengua, la úvula, los carrillos, los pezones, el pecho, el ombligo y los genitales. Son muchas las circunstancias que determinan la penetración de un cuerpo extraño en el organismo. El trauma, sin embargo, parece ser la causa más frecuente.3 Otras situaciones que determinan la penetración de un cuerpo extraño en la cavidad oral pueden ser de tipo iatrogénico,4 autoinfligidas5 y accidentes, como en el caso que describimos en este artículo, en el cual la barra de un piercing se escapó de las manos del paciente, quedando atrapado en la profundidad de la mucosa oral. En este artículo reportamos este caso inusual y describimos la técnica utilizada para removerlo del labio.
Una paciente de sexo femenino de 16 años de edad es referida al Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial de la Clínica Infantil Colsubsidio en Bogotá, Colombia, por el Departamento de Emergencias de la misma institución. La paciente ingresa acompañada por su madre tres días después de la introducción accidental de la barra metálica de un piercing en la mucosa del labio inferior. La paciente estaba tratando de ubicarlo en su labio inferior, cuando de repente perdió el control y la barra quedó atrapada en la mucosa oral. Temerosa de la reacción de sus padres, la paciente intentó solucionar por su propia cuenta el problema, intentando recuperar la barra durante dos días, sin éxito.
Al tercer día la paciente percibió dolor e inflamación en el labio comprometido, de modo que le informó a su madre, quien inmediatamente la llevó a la Clínica Infantil Colsubsidio en Bogotá, Colombia. La paciente se presentó con dolor leve (2/10 en la escala análoga del dolor), ligera inflamación en el hemilabio inferior izquierdo y drenaje de material purulento (Figura 1). La anamnesis reveló una paciente sin antecedentes médicos, quirúrgicos o alérgicos de importancia, con signos vitales dentro de los límites normales. Al examen físico se pudo palpar un cuerpo extraño en el labio inferior, de consistencia sólida y móvil, causando deformación de contorno. Se ordenaron dos radiografías, una proyección lateral (figura 2) y otra posteroanterior. Ambas imagenes revelaron una radioopacidad bastante bien definida de 1cm aproximadamente. Entonces se decidió realizar cirugía exploratoria para recuperar la barra. Se firmó consentimiento informado y se programó para cirugía bajo anestesia local. Bajo anestesia local con lidocaina HCl 2% más epinefrina 1:80,000, se realizó una incisión horizontal de aproximadamente 2cm sobre el borde superior del cuerpo extraño.
Se hizo disección por planos con pinzas Mosquito hasta ubicar la barra metálica, la cual fue retirada del labio inferior con la misma pinza (Figuras 3 y 4). La mucosa oral fue suturada con Vicryl 4-0. Fue prescrita una tableta de 500 mg de amoxicilina cada ocho horas durante seis días. El dolor fue manejado con una tableta de Acetaminofén 500mg cada seis horas durante tres días. El control postoperatorio a los ocho días demostró que la cicatrización cursaba satisfactoriamente y sin signos de infección.
Discusión
Muchas son las complicaciones asociadas al uso de piercing que se han reportado en la literatura durante los últimos años.2, 6, 7, 8, 9, 10 En 1998 Farah y Harmon2 enumeraron 18 complicaciones y posibles consecuencias del uso de piercings en la cavidad oral, entre ellas dolor, infección, trauma gingival, sialorrea, edema, problemas en el habla, parestesia, fractura dental y obstrucción de la vía aérea debido a la inflamación.
La introducción accidental de un piercing en cualquier estructura de la cavidad oral es rara. El caso que reportamos demuestra que la penetración de la barra puede ser un inconveniente generado por falta de destreza. Los odontólogos y los cirujanos orales y maxilofaciales son los profesionales involucrados en la recuperación quirúrgica de estos problemas. El éxito de la cirugía depende de varios factores, entre ellos la experiencia del cirujano, tipo y tamaño del cuerpo extraño y su relación con estructuras vitales.3
La ubicación de piercings en la cavidad oral es una práctica cada día más común en el mundo occidental. Tanto los odontólogos como los cirujanos orales y maxilofaciales deben estar familiarizados con los problemas relacionados con su uso. A medida que su uso se populariza, así también incrementan los problemas asociados a ellos, los cuales van desde complicaciones menores hasta complejas que pueden poner en riesgo la vida del paciente como por ejemplo la obstrucción de la vía aérea. En el caso que reportamos la complicación más evidente fue la infección asociada a la reacción del organismo a cuerpo extraño.
Referencias
1. Mayers LB, Judelson DA, Moriarty BW, Rundell KW. Prevalence of body art (body piercing and tattooing) in the university undergraduates and incidence of medical complications. Mayo Clin Proc 2002; 77(1):29-34.
2. Farah CS, Harmon DM. Tongue piercing: case report and review of current practice. Aust Dent J 1998; 43(6):387-9.
3. Dhadhich A, Jaju P, Retrieval of unusual foreign body from the lip. Journal of Oral Health Research 2010; (3):97-99.
4. Abe K, Beppu K, Shinohara M, Oka M. An iatrogenic foreign body (dental burr) in the maxillary antrum: a report of two cases. Br Dent J. 1992; 173:63-65.
5. Meira M, Alencar C, Carvalho V, Rabelo M. 34 Self-inflicted foreign bodies in the maxillary sinus. Rev Bras Otorrinolaringol 2008; 74(6):948.
6. Boardman R, Smith RA. Dental implications of oral piercing. J Calif Dent Assoc 1997; 25(3):200-7.
7. Campbell A, Moore A, Williams E, Stephens J, Tatakis, DN. Tongue piercing: impact of time and barbell stem length on lingual gingival recession and tooth chipping. J Periodontol 2002; 73(3):289-97.
8. De Moor RJ, De Witte AM, De Bruyne MA. Tongue piercing and associated oral and dental complications. Endod Dent Traumatol 2000; 16(5):232-7.
9. Chambrone L, Chambrone LA. Gingival recessions caused by lip piercing: case report. J Can Dent Assoc 2003; 69(8):505-8.
10. Neville B, Damm D, Allen, C, Bouquot, J. Oral and Maxillofacial Pathology. St. Louis, Saunders Elsevier; 2009, 311-312.